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¡Los manglares no están muertos!

  • Foto del escritor: EcoVision Entertainment
    EcoVision Entertainment
  • 29 may 2019
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 30 jun 2020

El grupo 4 realizó una salida educativa el miércoles, 15 de mayo a la reserva Churute, localizada en la provincia del Guayas, a un margen occidental de su rió. Este santuario contiene una cantidad de diversos hábitats: cerros, esteros, lagunas y los que más ocupan espacio; los manglares.

Uno pensaría que un manglar es probablemente uno de los peores ecosistemas que la madre tierra pudo crear, si existiría un top 5, ocuparía el segundo lugar, con el desierto llevando la delantera. Es depresivo de ver, muy húmedo y la cantidad de mosquitos que habitan en esa área, derroca a la población humana; nadie paga por ver un manglar o disfruta de estar en él.


No obstante, este medio ambiente no solo está conformado de árboles retorcidos y moribundos si no que posee una rica abundancia de flora y fauna, está es constituida de vegetaciones muy tolerantes a la sal, lo que quiere decir que se han adaptado o modificado para convivir en ese tipo de ambiente, la salinidad también cambia y por ello los manglares tienen que adaptarse a la salinidad cambiante. Sus hojas se han adaptado especialmente con glándulas que segregan la sal absorbida, además de una cubierta cerosa (cutícula) que evita la pérdida de su propia agua. Esto permite que las plantas de mangle vivan en un ambiente salado sin secarse.


AYUDA A PROTEGER LOS MANGLARES, SE CONSCIENTE

También poseen hábitats repletos de animales como la garza blanca, el ibis blanco, el pelícano marrón, las fragatas, los cucos de manglares, manatíes, monos, tortugas, lagartos, halcones de cola roja, las águilas, tortugas marinas y cocodrilos. Las raíces del mangle albergan a animales más pequeños como el cangrejo del árbol de mangle, el cangrejo manchado de manglar, caracoles, lapas, ostras, mejillones, anémonas y esponjas. Debido a que tienen una espesa vegetación y que son ricos en materia orgánica (hojas caídas, brotes, semillas, cortezas), proporciona alimentos para todos.


Su pérdida desencadena un aumento de la erosión, la pérdida de especies animales, así como el aumento de los daños causados por tormentas.


Pueden que los manglares se vean deprimentes, pero conforman una gran parte de vida en planeta y sociedad que vivimos.


Belén Cueva, 2019



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